Guillermo Salas Razo
Escuchando el impacto del alza inflacionaria y los pronósticos sobre el pobre crecimiento económico para el 2023, me llevó a la reflexión del rol que debe asumir la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo para afrontar este escenario complejo.
Y es que la UMSNH como máxima Institución de Educación Superior en el Estado debe sumarse a los esfuerzos que hace el Gobierno Estatal para mitigar el impacto del alza inflacionaria que estamos viviendo; sobre todo en el incremento en los precios de los productos de la canasta básica.
En este esfuerzo, el Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla (al igual que el Presidente de la República) ha comprometido a la iniciativa privada a solidarizarse con la sociedad michoacana firmando un acuerdo para contrarrestar la Inflación en el precio de los productos de la canasta básica, “Un Michoacán sin Carestía”.
Aunado a este acuerdo, Ramírez Bedolla anuncio que implementará acciones de fortalecimiento al campo, sostén en los precios de garantía del maíz y reserva estratégica del mismo, más la compra emergente de este grano para la industria de la tortilla; entre otras acciones.
¿Y entonces que podemos hacer nosotros?
Pues como Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo debemos sumarnos a ese esfuerzo que el Gobierno del Estado e iniciativa privada están haciendo para contener el alza de los precios.
¿Cómo podemos hacerlo?
Si como UMSNH sumamos nuestras capacidades institucionales, podemos generar las estrategias para afrontar el pobre crecimiento económico proyectado; y esto podemos hacerlo si propiciamos en Michoacán un Ecosistema de Innovación, concebido este como un esquema de redes en torno a un objetivo: “El Desarrollo Económico de Michoacán”.
Crear ese Ecosistema de Innovación puede ser algo complejo, pues implica una nueva forma de cultura del pensamiento. Es conformar un conjunto de relaciones entre recursos vivos y medio físico alrededor de un escenario deseado, con la capacidad de mantenerse relativamente estable, propiciando así respuesta y soluciones a los factores que hasta hoy siguen frenando el desarrollo económico de Michoacán.
Para esto debemos asumir un cambio en la cultura de pensamiento Institucional y desde la Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo evolucionar en nuestra estructura operativa hacia la transformación de la conceptualización de una de nuestras funciones sustantivas, “La Investigación”.
La Investigación que desarrollamos en la UMSNH es gran valía y aporte al conocimiento, y genera las bases para los grandes desarrollos tecnológicos y científicos en el mundo, pero no necesariamente está aportando soluciones a problemas locales que mejoren la calidad de vida de los Michoacanos e impacten en el desarrollo del Estado.
Por eso necesitamos visualizar una nueva conceptualización de esa función sustantiva y ampliarla desde la propia Coordinación de la Investigación Científica hacia una Visión del Conocimiento Científico como Bien Social.
Sí transformamos esta Dependencia estratégica de nuestra Institución a una “Coordinación de la Investigación, Innovación y Empresa”, podremos entonces enfocar nuestras capacidades, logros científicos y desarrollos tecnológicos, a los sectores socioeconómicos del Estado para transformar el contexto y generar ese Ecosistema de Innovación que propicie el desarrollo de Michoacán.
Ampliar esta función sustantiva significa modificar la relación que existe entre la academia y la sociedad, y establecer compromisos mutuos para generar soluciones a los problemas sociales y económicos del Estado.
Con esta conceptualización más amplia de esta función sustantiva, podemos acelerar el desarrollo del Estado, desarrollando e integrando tecnologías de bajo costo para las empresas, concentrándonos en crear valor, resolviendo problemas de la sociedad, reinventando la industria y generando ventajas competitivas.
Desde la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo podemos propiciar ese ecosistema de innovación hasta ahora no visualizado por nadie en el Estado, y crear expectativas reales de crecimiento rápido y exponencial.
Si ampliamos esta visión y función desde una “Coordinación de la Investigación, Innovación y Empresa” podremos concretar una sólida relación estratégica con los agentes del sector productivo y el Estado, con atracción de fondos públicos y privados para generar conocimientos y desarrollos tecnológicos (acompañados de su protección intelectual), que sean transferibles a la industria e impacten como motor de desarrollo económico, y que además faciliten y promuevan la creación de empresas de base tecnológica.
A esto podemos sumarle la oferta de servicios de innovación que permitan comercializar los resultados de investigación, paquetes de gestión y asesoría, acompañamiento a las empresas, y formación de técnicos especialistas e investigadores para la demanda productiva del Estado.
Si generamos soluciones que atiendan la demanda de la industria en el Estado podremos generar activos que nos ayuden a mitigar el déficit presupuestario de nuestra institución y abrir nuevos canales de gestión de apoyos públicos y privados para la investigación y el desarrollo de Michoacán, #Palabra de Nicolaíta.