Por: Guillermo Salas Razo
El sector agroalimentario es uno de los pilares fundamentales de la economía mexicana, representando una importante fuente de empleo y contribuyendo significativamente al PIB del país.
En los últimos años, México ha experimentado un crecimiento constante en la producción y exportación de alimentos, convirtiéndose en uno de los principales proveedores de alimentos a nivel mundial.
Sin embargo, para seguir siendo competitivos en el mercado global, es necesario que nuestro sector agroindustrial se adapte a las tendencias y cambios en los hábitos de consumo de los principales mercados, como es el caso del mercado de alimentos congelados en Norte América.
En este contexto, es importante destacar las oportunidades que se presentan para nuestro país, impulsado por la creciente demanda de productos convenientes y listos para comer; principalmente en los Estados Unidos.
En ese país, el mercado de alimentos congelados está experimentando un crecimiento significativo, impulsado por diversos factores como los estilos de vida de su población que cada vez están mayor tiempo ocupados y con hábitos cambiantes en su alimentación.
Esto representa una gran oportunidad para México, ya que nuestro país cuenta con una amplia variedad de productos agrícolas y pesqueros que pueden ser procesados y exportados como alimentos congelados.
Además, se abre una gran oportunidad para el desarrollo de productos innovadores, como los productos bajos en grasas trans, multicereales y productos con bajo contenido de conservadores artificiales; lo que nos proporcionaría un impulso adicional a la industria de alimentos congelados.
En México tenemos una gran capacidad para desarrollar y producir este tipo de productos, gracias a la gran diversidad productiva agropecuaria en la producción de alimentos saludables; solo necesitamos fomentar la inversión en la agroindustria para la transformación y agregación de valor a nuestros productos agropecuarios que producimos con gran calidad.
La tendencia de productos con una vida útil más larga y el aumento de las compras impulsivas de los norteamericanos, son los factores que favorecen a México por la enorme demanda de alimentos de preparación rápida que brindan los productos alimenticios congelados; pues como ya lo mencioné, el estilo de vida y las múltiples ocupaciones de los norteamericanos les limita el tiempo para cocinar, por lo que recurren a los alimentos congelados como una opción rápida y conveniente.
México puede aprovechar esta tendencia ofreciendo esos productos innovadores y de alta calidad que satisfagan las demandas de los consumidores norteamericanos, para mantenerse competitivo en el mercado agroalimentario, #Palabra_de_Nicolaíta.